Desde su niñez mostró gran afición por el dibujo, especialmente de animales, por lo que sus padres le pusieron un profesor, quien le aconsejó inscribirse en el estudio de un pintor. Tras trabajar en varios sitios reconocidos, finalmente instala su propio estudio en el corazón de Montmartre, en el mismo edificio en el que trabaja Degas, quien será el referente más importante para Lautrec. Se sintió atraído por los mismos temas que él, las bailarinas, los caballos, etc.
Comenzó a frecuentar los cabarets, los cafés cantantes y los burdeles de París, tomando apuntes de amigos, artistas, bailarinas, prostitutas y cortesanos. Ese mundo turbador fue captado por Toulouse-Lautrec a través de su aguda percepción. Apenas mostró atención al paisaje, se decantó por los seres vivos, sobre todo por la figura humana en movimiento.Destacó por su gran capacidad para captar la psicología de sus personajes, seres humanos en movimiento, gestos individualizados, bailes, etc.
En 1889 se inaugura en París el Moulin Rouge. La relación del pintor con dicho cabaret será especial al convertirse en uno de sus mejores clientes. Inmortalizó el local en numerosos carteles en los que figuran las grandes estrellas del lugar.
En 1897 sufre su primer ataque de delirium tremens, que le lleva a disparar con un revolver contra imaginarias arañas. Su salud quedó muy postrada a causa de su trepidante vida nocturna y de sus abusos con las bebidas alcohólicas, por lo que fue internado en un hospital psiquiátrico.El deterioro progresivo de su salud hizo que sufriera un ataque de parálisis e hizo que lo llevaran en 1901 al lado de su madre, donde murió con treinta y siete años.
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Álvaro Merino Márquez 1º Bachillerato A
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