FRANCISCO GARCÍA CARRASCO. 1A.
la representación del cuerpo en la Edad Media no sólo es un atributo del deleite ante el yo y el otro, sino el sitio de un buen y mal uso de sí. La mujer de esta época –la bella de las novelas artúricas-, rubia, con el cabello rizado en trenzas o suelto, encandila por su cutis de nieve que se extiende hasta su grácil cuello largo y finas manos; ese color revela la virginidad pura y angelical. Las mejillas, encarnadas, al igual que los labios, muestran unos dientes muy blancos. La frente muy abierta, va depilada, y es ancha, profunda lustrosa y pulida. Las cejas, deben ser morenas, arqueadas y finas. El entrecejo, hermoso y apetecible, y la nariz firme, derecha y fina. Los ojos tienen que ser alegres; protegidos por unos párpados abombados y diáfanos. El mentón redondeado y partido, aporta el toque de dulzura a este rostro perfecto. Los cánones del resto del cuerpo están menos definidos, ya que la preocupación estética se dirige a lo que va descubierto. La mujer medieval, delgada y muy encorsetada, luce pechos firmes y tersos, pequeños y redondeados, talle fino, caderas estrechas, una zona lumbar arqueada y un vientre prominente.
así era la mujer de esta época era una mujer bella para los hombres y trataban de estar así para ser las mas deseadas:
las mujeres han evolucionado mucho en este aspecto, hoy en día las mujeres ya no desean ser como las de el siglo XVIII, XVII etc..
desean ser de piel moreno,tener menos cadera:
No veo clara la conexión con los contenidos de la asignatura, pero vale. De todas formas, faltan etiquetas.
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